martes, 4 de octubre de 2011

Diferentes técnicas, mismo mambo

En los buenos viejos malos tiempos, cuando no disponía de mucho equipo para dibujar, pintaba con lo que había. Llegué a trabajar con pinturitas, que es casi como cavar pozos con cucharitas de café. No importa cuanto se esforzara uno, ni cuanto tiempo dedicara a rayar y trabajar los colores, todo terminaba siempre pálido y poco realista.
Así y todo, algunas veces conseguí algunos modestos logros, no tanto adaptando la técnica al tema, sino buscando temas que se pudieran lograr (mas o menos) con medios tan humildes. Por ejemplo:
 "Shitpa El Bueno junto a la Cárcel Viva de la sima". NO me pregunten: no sé. La cosa era jugar con curvas y contracurvas, y lograr que muchas líneas dieran la impresión de una superficie entera pintada. Lamentablemente, la imposibilidad de conseguir un buen fondo con lápices (uno oscuro, por ejemplo) hechó a perder el dibujo. Y ni hablar de las líneas de formulario contínuo del reverso, que se transparentan a través del papel.
 No me acuerdo de cómo se llamaba este. Pero volvemos a lo mismo: un fondo de tonos marinos lo hubiese realzado muchísimo.
 "Juanita en el baño". En este caso, en cambio, lo impreciso y pixelado del lápiz le dió algo de realismo al semejarlo a la pobre visión que uno debería tener bajo el agua y a contraluz.
 "El pepino sagrado de Marte". Freudianos abstenerse.
 "Algunos espíritus del cristal se maravillan de lo que puede hacer un ser humano". Mucho título, poco color.
 Tengo escrito un cuento en el cual un chico aprende a injertar alas de golondrina a una serpiente venenosa. Creo que se me ocurrió después de dibujar esto, aunque no tengo la menor idea de de dónde saqué la idea de este pequeño monstruo que dibujé.
 No me acuerdo de cómo llamé a este dibujo. No me acuerdo qué quería significar, ni qué quería conseguir. Y, como el scanner lo recortó, tampoco creo que valga la pena insistir en el asunto.
 "Dios paseando en bicicleta por su Paraíso". Las rayas verdes dan la idea de volúmen y de superficie trabajada, cuando, en realidad, me ahorraron kilómetros de rayas de lápiz. La misma economía se nota en pintar apenas los celestes grisáceos entre nubes. Todo muy lindo, pero del dibujo no se entiende un carájo.
Garabatos varios. La mayoría de mis dibujos nació como un garabato hecho en un papel cualquiera mientras estudiaba (es un decir...) o escuchaba música. Algunos, como estos, fueron más trabajados, si bien no se pueden considerar una unidad temática en si, ni calificar más allá de pasatiempos gráficos. Son simpáticos. Lamento, eso sí, que el puto scanner le haya robado al hombre verde de abajo su enorme bigote verde a lo Nietzche.

No hay comentarios:

Publicar un comentario